jueves, 24 de enero de 2008

La red y los representantes artísticos

Reconozco que en todo el esquema que estoy explicando poco a poco hay un elemento tradicional del mundo artístico que no sé integrar. Es el de los representantes y agencias artísticas.



Yo estuve en una compañía que llegó a tener un acuerdo de representación en exclusiva con una agencia artística y estuvimos funcionando así durante una temporada teatral (un año aproximadamente). Pero además durante 6 años trabajamos con esa misma agencia sin exclusividad.

Funcionaba como una agencia de grupos frente a los que contrataban actuaciones, no como managers particulares de artistas. Quiero decir que si nos poníamos de acuerdo con alguno de sus grupos de música o poetas para hacer algo en común, como hicimos en varias ocasiones, la
agencia no entraba en la negociación interna entre nosotros, simplemente se limitaba después a vender el producto.

Sin embargo, hay artistas profesionales que tienen sus propios managers o representantes particulares. En ese caso, para acceder a los artistas hay que hablar antes con el representante. Pero yo no soy contratador de artistas. Al contrario, si alguien quiere mis servicios, a mí también me tienen que contratar. Lo que sucede es que cuando son artistas directamente los que me llaman, no se me ocurre tratarlos como empresarios que me van a contratar, sino como
compañeros con quienes quizás podamos llegar a una idea creativa y después ya hablaremos de las condiciones legales y económicas, si fuera el caso.

En ese sentido, la Asociación Teatral Manticore funcionó también realizando muchas veces las tareas de representación de sus grupos asociados, con lo que cada grupo se "liberó" de la necesidad de tener agencias artísticas. Incluso llegó a suceder que las agencias llamaban a la propia asociación y ya nosotros poníamos en marcha nuestros propios mecanismos de adjudicación de obra y grupo.

Ahora, al plantear una red liviana de entendimiento entre personas, ya nos hemos encontrado con un primer atisbo de este asunto. ¿Qué sucedería si es un representante artístico el que nos contacta, en lugar del propio actor o actriz?

Esta iniciativa plantea relaciones "desde la base", es decir nosotros podemos negociar entre un conjunto de personas creativas (actor, director, diseñadores varios) y semicreativas y de gestión la puesta en escena, por ejemplo, de La Última Cinta. Si yo participo de algún modo, será en calidad de alguna actividad artística, por ejemplo, la dirección, o como dramaturgo de compañía, algo de eso... ¿cómo serían las relaciones económicas entre nosotros? Horizontales: en principio
ninguno de nosotros -salvo que declare su intención de hacerlo- se convertiría en el "patrón" o empresario de los demás. Puede que los participantes no tengan dinero para invertir en los costos de producción. En ese caso nuestros patrocinadores estarían dispuestos a estudiar el adelanto de ciertas cantidades o a considerar la conveniencia de crear algo que genere ingresos con lo que se pueda pagar esa producción. Pero no a pagar sueldos a los artistas (al menos no es la intención). Nuestros ingresos como cuadro artístico provendrían de las actuaciones posteriores.

¿Estaría dispuesto un representante artístico a negociar sobre esas condiciones?

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