viernes, 14 de diciembre de 2007

Por un Nuevo Teatro Independiente

{Publicado originalmente en el Clan teatral 'Teatro y pensamientos', de Netlog, los días 26 y 27 de Noviembre de 2007}

1.- El teatro comercial privado (basado en salas propiedad de empresas privadas, si hablamos con más precisión) es de muy difícil y restringido acceso. Sobre todo juega con el nombre, la imagen y la fama de ciertos actores y actrices, y no le gustan las novedades, invenciones, actores desconocidos, para no poner en peligro los ingresos económicos.


1.1.- No decimos con ello que las producciones realizadas en ese entorno hayan de ser de mala calidad, o de menor alcance artístico. No necesariamente, aunque sí es cierto que también es el entorno donde más se encuentran producciones cuyo único objetivo es sacar dinero a costa de lo que sea, incluso sacrificando la propia creatividad artística y teatral y renunciando a buena parte del acervo cultural del repertorio teatral clásico y contemporáneo. En algunos países incluso se ha llegado a identificar esas experiencias que podríamos llamar de "teatro-basura" con la expresión "teatro comercial".

Lo importante aquí es que el porcentaje de gente de teatro que puede acceder a ese circuito es muy escaso, aunque es el que sigue estando en la cima de la pirámide: otorga las mayores cuotas de fama, convierte en verdaderamente ricos a los actores de moda, etc.

2.- En buena parte de países, la forma de darle salida a la demanda del público de de otros géneros y tratamientos teatrales y a tanta gente deseosa de dedicarse al teatro pero sin acceso a las salas privadas comerciales fue la instauración de salas de propiedad estatal en el más amplio sentido de la palabra: desde los máximos niveles institucionales del país en cuestión, hasta salas municipales, con la particularidad de disponer de compañía propia. En estas salas ha sido más propio la realización de programas de la cultura clásica, cierta apertura a tipos de teatro más literarios, algo de las últimas tendencias... un teatro en general más artístico y elaborado.

Pero, por sus características, el teatro es una actividad que cuanta más vías tiene, más gente quiere dedicarse a él. Eso significa que las salas institucionales de teatro con compañía propia nunca satisficieron el creciente número de personas interesadas en participar ni cubrieron todo el espectro de géneros y propuestas posibles.

3.- Por ello, buena parte de los estados e instituciones de los países se inclinaron más por el método de SUBVENCIONAR a compañías que oficialmente no están en sus nóminas laborales, dejando a las salas institucionales, si las había, sin dotación de elenco, y tan solo a lo sumo con un equipo de gestión y contrataciones de espectáculos de terceros.

Pero, ¿A QUIÉN SUBVENCIONAR?
El dinero nunca alcanza a todos los proyectos que se presentan.
Por otra parte, las subvenciones crean un fuerte efecto boomerang.
Cuanto más cuantiosas son las que le tocan a unos, más se hacen dependientes de ellas.

La teoría y lógica del pequeño impulso, apoyo, subvencionable para que un buen proyecto económico se lance al mercado, dice que ese proyecto debe alcanzar autonomía financiera en un determinado tiempo y la medida de su éxito consistiría precisamente en el momento en que no precise más ayudas, subsidios o subvenciones, con lo que los organismos asignadores pueden destinar sus presupuestos a nuevos emprendedores.

Pues bien, en el mundo del teatro sucede que los que fueron subvencionados los primeros años, no suelen generar absolutamente ninguna capacidad de autofinanciación. Suelen conseguir buenos resultados artísticos y puede que hasta cierto circuito, renombre y reconocimiento permanentes, lo que les conduce a reclamar un año tras otro el máximo de subvenciones, creyéndose en el derecho a ellas, e imposibilitando las ayudas a nuevas propuestas.

Estas prácticas generan una pirámide muy acusada de gente y compañías dedicadas al teatro en cuya base se encuentra una inmensa masa que no tiene acceso ni al teatro "comercial" tradicional (por supuesto!!) ni al teatro subvencionado, al menos de un modo regular.

Es aquí donde surge el concepto de TEATRO INDEPENDIENTE

(Sí, ya sé que esto no es una verdad histórica, menos aún por el hecho de que el Teatro Independiente surgió antes que las prácticas habituales de subvención oficial y en general fue el principal beneficiario de ellas, pero después de tantos años de práctica subvencionadora (Francia e Italia durante décadas; España en los últimos 20 años; Argentina en los últimos 15, etc.) y habiéndose segmentado en grupos de "favoritos y protegidos" (lo siento por la resemblanza con las antiguas cortes feudales y aristocráticas), es decir en "cortesanos" que no viven del público, sino del gusto o arbitrio del político de turno, incapaces de sostenerse por su cuenta y habiendo caído en la más crónica DEPENDENCIA, llamar a éstas experiencias teatro "independiente", ya parece un chiste a estas alturas.)

Por ello podríamos afirmar que lo se produce es un surgimiento "lógico" de un NUEVO Teatro Independiente, aquel que, a pesar de todo, persiste en su voluntad de existir, aun cuando no tenga acceso ni a los circuitos comerciales tradicionales ni a los apoyos subvencionados.

En ese sentido, cabría esperar incluso una renuncia teórica a esos esquemas de los que queda excluido, es decir asumir la noción de que no sólo no se está subvencionado, sino incluso la de que eso no es deseable, pues ya sabemos a dónde conduce. Desde ese punto de vista, el Nuevo Teatro Independiente sería el más "purista" de los movimientos teatrales de todos los tiempos, pero en los momentos actuales, donde el star system se volvió a imponer sin excepciones, y en donde el deseo del éxito y la fama a toda costa como única salida atraviesa la mente y ánimo de todos los que desean empezar en este mundillo, quedarse en el purismo supone simplemente autoexcluirse.


Así que teniendo en cuenta la situación, por poco que nos guste su existencia, ya Manticore diseñó en sus últimos años unas vías organizativas para poder conectarse a esas experiencias, pero todo ello desde una óptica de organización "pesada", que, para alcanzar esos objetivos, debía ser mucho más poderosa de lo que fue.

Ahora planteo una red liviana de entendimiento entre personas.

{Y continúo en el Clan de teatreros_0 en el mensaje "Para entender esta red"

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