Profesión vs. Vocación

[Publicado originalmente en Neurona el día 8 de Noviembre de 2007. Poco después lo puse también en Netlog.]



Un día, en uno de los pub de actuaciones que tuvimos, se nos tupió el agua corriente, tratándose de un problema de envergadura. Tuvimos que llamar a una empresa de fontanería especializada en ese tipo de situaciones. Metieron un cable-sonda larguísimo a través de las tuberías, con el que llegaron hasta el enganche a las alcantarillas públicas, metieron el compresor eléctrico a funcionar y finalmente tuvieron que salir a la calle y abrir la tapa de la alcantarilla, para meterse por allí. Como efecto del compresor, el espectáculo que pudimos ver al destaparla era asqueroso. Una especie de lodazal y miles de cucarachas que literalmente no dejaban ni un centímetro visible.
La sociedad humana necesita de personas con conocimientos y expertas para manejar ese tipo de situaciones, que todos deseamos sean lo menos frecuentes posible.

El trabajador que se metió por esa alcantarilla también arrugó la cara, como hicimos el resto, cuando vio el panorama. Pero tenía que entrar, y lo hizo. Y lo hizo bien.

Era un Profesional.

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Aquel otro hombre se levantó temprano como todos los días para dirigirse a su humilde trabajo de oscuro oficinista en una consignataria de buques. Ya había dejado atrás aquellos años del vigor juvenil mezclado con el hálito de confianza que proporcionan las primeras certezas de ser varón adulto responsable de su propio destino, años en los que soñó ser un poeta reconocido.
Nuestro hombre, en la mañana gris que escoltaba a su cabello ya caduco, no pudo reprimir la urgencia de cuartilla y bolígrafo para pergeñar unas líneas rítmicas acerca del paso de los años.
O quizás para declarar el acto de fe de la poesía, a pesar del cerco al que lo sometió por décadas la Junta de Censura

"El poeta es el grito que libera la tierra
la primera montaña que divisa la aurora
la campana que toca la canción de la hora
el primer corazón que lastima la guerra."

Era un Artista